Qué tener en cuenta antes de comprar una tele plana

Después de estudiar el mercado de los televisores de tubo, "de los de toda la vida", vamos a ver qué es lo que podemos pedirles, y lo que realmente nos interesa, de las televisiones "planas", que tan de moda se han puesto últimamente, aunque no precisamente por su precio.



La ventaja principal de estas pantallas es el espacio que ahorramos cuando compramos una, dado que una de sus tres dimensiones (la profundidad) es siempre muy reducida, pudiendo no sólo ponerla en el mueble del salón, sino que también podemos colgarla en una pared, si eso es lo que nos conviene para aprovechar el espacio en casa.

Otra ventaja es que estas pantallas están especialmente preparadas para sacar el máximo provecho de las imágenes digitales, ya que en sí, son una matriz de puntos que pueden representar mejor una imagen dividida en pixels que una emisión tradicional de TV. Sin más preámbulos, entramos en nuestro decálogo.



1.- ¿LCD o plasma?

La gran decisión. Cada una de las tecnologías tiene sus ventajas y sus inconvenientes, así que vamos a repasarlas para ver qué es lo que nos puede interesar más dependiendo de nuestras necesidades.

# Tamaño de imagen: En este apartado las pantallas de plasma no tienen competencia. Con tamaños que llegan sin problemas a las 52 pulgadas, si lo que queremos es tener un pequeño cine sin el problema de los proyectores (no se ven bien si les da la luz de la calle), no tienen competencia por parte de las LCD.

# Calidad de imagen: Si bien las LCD tienen una mayor calidad de imagen dado su inferior tamaño de punto, también es verdad que en muchas ocasiones es tan importante el sintonizador y las conexiones que la propia pantalla. En todo caso, hay que tener en cuenta otros parámetros que veremos en los siguientes puntos.

# Problemas asociados: Cada tecnología (Plasma o LCD) tiene un problema relacionado con el paso del tiempo. Las pantallas de plasma, basadas en fósforo, van perdiendo luminosidad y contraste con el tiempo, mientras que en las LCD, los pixels individuales pueden ir fallando, con el problema añadido de que no son intercambiables por unidades, teniendo que cambiar toda la matriz, lo cual es carísimo. Las pantallas de plasma, además, tienen el problema de que las imágenes estáticas (como los logos de las cadenas de TV) pueden llegar a imprimirse en el fósforo si mantenemos puesta durante días siempre la misma cadena.